Bueno las primeras clases no habían ido tan mal. Estaban bien, me daba palo dejar de estudiar en catalán, pero tenía que aprender que aquí no se hablaba catalán, ni tampoco se estudiaba en ese idioma.
Había pasado inadvertida, y eso me gustaba muchísimo. La mochila colgada al hombro pesaba lo suyo, así que la apoyé sobre el respaldo de la silla de la cafetería y me senté en ella.
Pedí un café, no había desayunado nada, y saqué el primer libro que encontré en la mochila.
No me concentraba, demasiado jaleo para la lectura, mi café llegó y sonriendo pagué al camarero, que no estaba nada mal, por cierto.
-Gracias. Bien pensado, las "vistas" en este instituto no eran tan malas. Y daba gracias a Dios, porque si no, me hubiese vuelto loca...
Cogí mis cascos de ni nuevo IPod, para ver si eso hacía que me concentrase en leer, en vez de fijar mi mirada en otras cosas.
Leí mientras esperaba que se pasase rápido esta hora, para así irme cuanto antes a clase y terminar con este día...