Las mesas de clase estaban juntas,por parejas,y yo me habia sentado solo,la mesa de Fer seguía vacía.
No pude aguantar la presión y me encerré en una de las cabinas del baño y me puse a llorar tras pegarle unos cuantos puñetazos a la pared.
Era como si Fer no existiera, pero sabia que no era asi, pues el dolor que yo sentía, el vació que se creaba en mi pecho cada vez que veía una foto suya, eran la prueba de que el existió...De que el existe pese a que no le tengo aqui conmigo.
Y pensé que le habia olvidado,pero no,era solo una manera de engañarme a mi mismo...
Y ahora necesitaba un abrazo.